domingo, 25 de septiembre de 2016

La belleza genuina y natural las hay a montones



 Hola, sé que estoy subiendo esto bastante tarde, en Argentina son las 0:00 
Pero a pesar de la hora, sentía la necesidad de corregir esto y subirlo. Aclaro que la verdad estuve un tiempito corrigiendolo porque lo escribí el día de ayer, en la cama, por la noche y con el cel. Imaginense cómo estaría antes esto jaja 
Pero bueno, espero que lo disfruten, les ayude y les dejo acá un nuevo pensamiento mio. 
    -----------------


La belleza genuina y natural las hay a montones
Esto, siendo sincera, hubiera empezado con un “Hoy en día” pero lo cierto es que este tema seguramente viene desde tiempos inmemorables. El tema de la belleza en las mujeres viene desde mucho tiempo atrás, de esto realmente no estoy segura. Pero textos literarios más antiguos hacen mención de mujeres hermosas en muchas ocasiones. Esto me da a pensar que el concepto de belleza femenina viene de hace largo tiempo. Quizá usé un método no muy efectivo para probarlo, un método donde no uso muchas bases para comprobarlo o doy prueba de ello, ni datos certeros. Pero esto no se trata de la antigüedad. No busco dar un marco histórico de cómo fue evolucionando el concepto de belleza año tras año, porque sencillamente no es lo que busco. No busco ser “objetiva”, busco simplemente ser SUBJETIVA y dejar un pensamiento propio.
Todos sabemos muy bien que el concepto de belleza cambia conforme los años y las décadas. Todos sabemos que constantemente se van agregando modas nuevas, pensamientos nuevos, respecto a lo que es lindo o feo. Esto realmente es cierto, claramente se lo puede comprobar mirando las fotos de bellas modelos de décadas anteriores. Mi pensamiento no está fundado absolutamente en nada, no traigo datos, ni pruebas, realmente no tengo nada. Solo tengo lo poco que he visto y lo poco que se al respecto. Esto no es más que un pensamiento de lo que hoy veo en mujeres y, seguramente, en hombres. Pero estoy verdaderamente segura que la forma en la que se pensaba en esa época o, mejor dicho, lo que ocasionaba ese modelo de belleza también traía quejas y problemas. En ocasiones el ser humano sigue siendo el mismo, un ser humano. Y a pesar de los años, suele actuar de formas similares, aunque quiera creer lo contrario.
He visto los iconos de belleza de hoy en día, mujeres esbeltas, algunas casi esqueléticas, con ni una imperfección y múltiples kilos de maquillaje solo para cubrir lo que realmente son. Constantemente se le bombardea al hombre y mujer por igual, con cuerpo que nos quieren hacer creer que son los de unos perfectos dioses. Yo, por mi parte, puedo hablar del lado de la mujer. Soy mujer y puedo ver a diario con más cercanía que con la de un hombre. Pero que sea hombre, no lo hace tan diferente… o eso creo.
El icono de belleza de hoy en día dista mucho de ese icono de hace años atrás, pero eso no quiere decir que las mujeres de aquella época no querían alcanzar ese icono de belleza. Porque todos aspiran llegar a ser eso que nos venden. Sin embargo, a pesar de que ese icono que nos venden hoy en día, lo hacen como uno fácil de alcanzar. La realidad es que realmente eso no es cierto. Porque detrás de ese rostro perfecto, terso y cuidado, hay de todo menos algo natural. Detrás de ese rostro, seguramente hay kilos y kilos de maquillaje. Detrás de esos ojos grises o verdes hay lentillas. Detrás de ese cuerpo perfecto y esbelto suele haber un problema. Si no lo hay, entonces hay una cirugía. Si no hay una cirugía hay una persona obsesionada y si no, recién ahí, hay una persona a la que realmente le gusta tener un cuerpo atlético, pero… ¿Por qué? ¿Le gusta porque le apasiona el deporte o el ejercicio? ¿O simplemente le gusta porque la sociedad le impone que le guste, porque al gustarle estará la sociedad conforme con su físico?
Los problemas que trae ese icono de belleza actual son enormes. Trae problemas a la gran cantidad de personas de la sociedad. No solo mujeres, no solo hombres, ataca por igual a cualquiera. No hace discriminación, ataca a todos los sectores de la sociedad y en cualquier momento de la vida. Ataca tanto a adultos, como a jóvenes. Tanto niños, como niñas lo padecen a diario. Ese icono de belleza que, en gran cantidad de veces, no es más que una farsa ataca a la percepción de las personas. Ataca a la persona a tal punto que pierde por completo quién es verdaderamente. Ataca a las personas haciéndoles creer que son ellos quienes están mal y no aquellos por imponer una falacia, una mentira, por imponer una total y completa farsa a la que solo Barbie sin “maquillaje, cirugías, etc.” puede llegar y eso simplemente porque está hecha por el hombre y no por la naturaleza.
Lo único que ocasiona este modelo de belleza es pegar fuerte en las personas, a tal punto de meterse profundamente en su mente y ver distorsionada la realidad. A tal punto que hoy en día miles y miles de mujeres (y seguramente hombres) se sienten inconformes con su propio cuerpo y solo se escuchan quejas por donde camines: “Quiero ser más alto”, “Estoy gorda”, “¡Dios, no puedo salir sin mi maquillaje, todos me verán horrible!”. Lo único que trae esto es que las personas se sientan mal consigo mismas (a veces causa cosas mucho peores, más graves que ponen en riesgo la salud), cuando la realidad es que son más reales que esos modelos con los que bombardean a diario.
Los propios integrantes de esta sociedad se dividen en lindos y feos, como si estuvieran compitiendo para ver cual se acerca más a ese modelo que siempre ven en las películas o propagandas. Cuando la verdad está que no hay ni lindos, ni feos, porque los gustos son diversos y las personas igual. Este modelo lo único que quiere es discriminar aquellos que no entran en el modelo ideal de belleza, haciendo que se alejen de la sociedad o que los propios integrantes miren con mala cara (con suerte) o insulten. Lo único que provoca este modelo y un concepto de belleza fuertemente arraigado, es la discriminación. Por lo menos esto seguirá así, hasta que se rompa tal estereotipo y se acepte que cuerpos los hay diversos y que la belleza genuina y natural las hay a montones. 
ATTE. Estef

lunes, 5 de septiembre de 2016

Lo que, usualmente, ven mis ojos

En estos tiempos estuve un poco (en realidad, bastante) inactiva pero la verdad es que tenía muchas cosas por hacer. Ahora igual las tengo, quizá más que antes, pero este pequeño "relato" (si así se lo quiere llamar) lo tenía escrito desde un largo tiempo y fue recien hoy que pude corregirlo bien. 
Bien, sin más, los dejo con el texto el cual va abrir con una nueva sección llamada "PENSAMIENTOS"
-------------------------------




Lo que, usualmente, ven mis ojos:
Hoy en día, constantemente (o por lo menos así lo creo yo), el mundo o, más específicamente, la sociedad se encuentra en una constante lucha. No hablo de aquellas luchas que nos hacen tener que ver a ambos lados para seguir sanos y salvos. No hablo de aquellas luchas que terminan con vidas. No hablo de luchas donde se pierde algo, donde se incentiva o (se genera) la paranoia. Hablo de aquellas luchas que dividen a la sociedad en “unos” y “otros”. No se trata de luchas por poder. Si no… de luchas ideológicas.
Son esas luchas las más peligrosas, o las que yo considero peligrosas. Esas que dividen a la sociedad en “nosotros” y “ustedes”. Esas luchas que detrás tienen un gran discurso para atraer masas. Esas luchas que son (usualmente) organizadas. Luchas que, si no perteneces al “nosotros”, es porque (entonces) perteneces al “ustedes”. Cuando… la realidad quizá no sea tan fácil.
Son esas luchas las peligrosas, las que incentivan al individualismo. Las que (muy probablemente) si un “ustedes” requiere de ayuda, los “nosotros” no darían la mano para ayudar. Son esas luchas que dividen a tal punto la sociedad que crean violencia y discriminación. Muchas se disfrazan de “igualdad” cuando no lo son. O quizás, esos miembros, no han de entender el significado de dicho concepto. Son esas luchas que solo ayudan a unos pocos, su grupo, y que incentivan el odio hacia el otro. O, quizás, no incentivan al odio, pero te discriminan por no estar dentro de X o Y grupo social.
Estas luchas son las ideológicas o, permítanme decirle, las del pensamiento. Las que se originan dentro de la cabeza del hombre, a tal punto que son trasladadas a la realidad, al plano físico. No podría decir que son ideológicas, porque aquí estaría encerrando a un limitado grupo de etiquetas que dividen a la sociedad. La ideológicas como la religión o la política, quizás sean las más graves. Pero hay muchas más que encierran a un grupo con determinado pensamiento que son muchas más sencillas y, aun así, nos dividen entre “unos” y “otros” sin siquiera escuchar lo que tenemos para decir.
Aunque, muy probablemente, esta división de la sociedad no se generaría si no fuera por el propio hombre. El hombre (a simple vista, por lo que mis ojos ven) busca pertenecer y excluir. El hombre busca pertenecer dentro de un grupo con determinado pensamiento, con determinado gusto, con determinado X. Pero al mismo tiempo, busca excluir a todo aquel que sea completamente diferente al “ellos”, a ese ser que no necesariamente sea su opuesto, pero que no sea su igual, su “camarada”. Quizá sea esa característica, sumado a la intolerancia (muy presente hoy en día) del hombre, lo que provoquen esas luchas y esa división de la sociedad. Porque… Es cierto que hoy en día, si se trata de una opinión en contra de algo (o alguien), las luchas, las peleas y las guerras por dicha opinión en contra, no tardaran en surgir.
Hoy en día, nadie ha de aceptar gustosamente (o por lo menos, no de tan mal animo) escuchar una opinión en contra de lo que fervientemente es seguidor. Después de todo, hay casos de peleas (físicas) por temas como política o religión. Y estas peleas, esta intolerancia, solo demuestra lo dividida que esta la sociedad. Lo que puede y generan esas luchas de pensamientos, esas ideologías (recuerdo: no necesariamente que sean políticas o religiosas). Lo que genera, no solo una ideología o pensamiento, sino que también la intolerancia misma por muchos de los hombres de hoy en día. 

ATTE. Estef